Sensibilidad con la Violencia de Genero con las mujeres con Diversidad Funcional

La imagen y la identidad de las mujeres con diversidad funcional son borrosas y distorsionadas. Estas mujeres son tapadas e invisibilizadas por una sociedad regida por los rígidos cánones estéticos del patriarcado, por el capacitismo y la discafobia. Estas mujeres sufren doble discriminación, por ser mujeres y por su diversidad funcional. Partiendo de esta realidad, los casos de violencia de género en los que las víctimas son mujeres con diversidad funcional, pocas veces tienen trascendencia en los medios de comunicación, rara vez, de los casos que trascienden son objeto de repulsa desde las organizaciones feministas hegemónicas o por las grandes organizaciones de los llamados “legítimos representantes” de las personas con diversidad funcional. En España, hasta hace poco tiempo ni siquiera existían datos estadísticos sobre el tema, y en la actualidad son insuficientes. También hemos de apuntar que los datos tan solo reflejan una pequeña parte por los casos que no se denuncian.
Una de cada cinco mujeres con discapacidad (no existen datos segregados por tipología) ha sufrido violencia física o sexual por parte de alguna pareja a lo largo de su vida, El 20 % de las mujeres con diversidad funcional ha
padecido violencia física o sexual de alguna pareja a lo largo de su vida, frente al 13% de las mujeres sin diversidad funcional reconocida. .El 10,3 de las
mujeres con diversidad funcional ha sufrido violencia física o sexual fuera de la pareja a lo largo de sus vidas, frente a un 6,2% de las mujeres sin diversidad funcional reconocida. Según un informe del Parlamento Europeo, las parejas o exparejas son mayoritariamente las figuras agresoras de las mujeres sin diversidad funcional,
pero en el caso de las mujeres con diversidad funcional están expuestas a la violencia por parte del entorno más allá de la pareja, ya sea un familiar cercano, amistades, profesionales de referencia, compañeros de las residencias, entre otros. Estas violencias suelen producirse en el hogar familiar, en el colegio, en el centro ocupacional, etc.
En España cada día se dan bastantes casos en los que las mujeres sufren violencia de género, y bastantes también llegan a los noticiarios y periódicos, pero rara vez salen a la luz pública cuando una mujer con diversidad funcional es la víctima. Si, con todo lo apuntado hasta aquí, a una mujer con diversidad funcional víctima de algún tipo de violencia de género se le ocurre denunciar se va a encontrar con un sinfín de trabas y barreras. La violencia de género afecta a todas las mujeres, de una forma u otra, pero sin duda a estas mujeres les resulta más difícil reconocer el maltrato, que las crean en su entorno familiar o habitacional y en las instancias policial y judicial. Quizá por falta de conocimiento, de recursos y formación, o falta de
interés. También hemos de señalar que, estas mujeres, por el hecho de tener una diversidad funcional, están en muchos casos (como las mujeres con diversidad intelectual o mental , aunque no sólo ellas) condenadas a una infancia
infinita, donde su voz es silenciada, un familiar o su pareja es quien habla por ellas. De esta forma dejan de tener voz, lo que hace que cuando sufren algún tipo de violencia de género y, valerosamente, se plantean denunciar, su único
y mayor obstáculo no es llegar a la comisaria, sino que es poder hacerse entender en ella, teniendo en cuenta que va a denunciar a su agresor, de quien, en muchos casos, depende (pareja o familiar), esta mujer con diversidad se
encuentra que no hay protocolos adaptados ni recursos suficientes para atenderlas con rigor y eficacia (desde inexistencia de intérpretes de lengua de
signos casas de acogida que no contemplan la accesibilidad universal, etc.). También que las y los diferentes profesionales que tienen que atender a estas mujeres estén formados y sensibilizados (desde el agente que cursa la denuncia, pasando por los profesionales de la sanidad, abogados y terminando con el Juez o laJueza). Parece que no se tuvieran en cuenta la existencia de estos casos por lo que no hay suficientes recursos ni herramientas para que estas mujeres puedan ser atendidas eficaz y adecuadamente. Es cuestión de justicia y equidad. De DERECHOS HUMANOS. Todas las vidas humanas tienen el mismo valor y merecen ser vividas sin discriminación ni violencia. 1 Diversidad funcional es un término alternativo al de discapacidad que ha comenzado a utilizarse por iniciativa de las propias personas afectadas, y pretende sustituir a otros cuya semántica puede considerarse peyorativa, tales como «discapacidad» o «minusvalía». Se trata de un cambio hacia una terminología no negativa sobre la diversidad funcional. El término fue propuesto en el Foro de Vida Independiente, en enero de 2005.
2 Capacitismo es una forma de discriminación o prejuicio social contra las personas con diversidad funcional.
3 Disca fobia hace referencia a la aversión (fobia, del griego antiguo Φόϐος, Fobos, ‘pánico’)
obsesiva contra personas con discapacidad o en situación de dependencia, lo que conduce a
adoptar o consentir conductas de rechazo, discriminación e invisibilizarían de las personas con otras capacidades o en situación de dependencia, gracias a Trini Recio y a Loli mi compañera de Onda color radio, por la información de este articulo.

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