7 estrategias para sobrevivir la Navidad con familiares.

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Es decir, cómo evitar los dramas familiares en Navidad.

Incluso si todos esperamos una Navidad perfecta, con una casa decorada, cálida y ordenada, una mesa puesta, niños radiantes y tranquilos, parientes felices y silenciosos, todos sabemos que la realidad es muy diferente de la fantasía.

Desafortunadamente, la Navidad puede ser un momento muy estresante para aquellos que tienen que estar con personas que no son particularmente bienvenidas, pero “obligatorias” en esta época del año.

Así que tratemos de enfocarnos en 7 estrategias de supervivencia que nos permitan hacer lo correcto por nosotros mismos sin comprometer el clima familiar.

1. ¡NO LO DEJES! Algunos familiares pueden usar las vacaciones para recrear dinámicas familiares perjudiciales, como viejas rivalidades, etc. Los comentarios, preguntas y comportamientos podrían llevarnos al punto de explotar, como siempre. Ciertamente, las mismas personas esperarán que piquemos el anzuelo y asumimos la responsabilidad de arruinar a las partes al provocar enfado y molestia en lugar de otros. Si sospechas que pueda suceder ¡también podemos planificar estrategias alternativas y sorprenderlas con efectos especiales!

2.EN CASO DE DUDA, SUBLIMAR! Convirtamos ese impulso no deseado en algo socialmente aceptable: canalicemos la rabia asesina hacia los crudités, mencionemos un estúpido ballet para detener una historia aburrida o vergonzosa. De esta manera interrumpiremos el flujo negativo del otro.

3.CUENTA HASTA 10 (lentamente y en otro idioma, si es necesario) ¡Y RESPIRA! Cuando confrontamos a un miembro de la familia que nos irrita, siempre estamos listos para contar hasta 10 antes de decir algo. También “Ciao”! Respiramos de forma controlada. Disminuir la respiración nos ayudará a calmarnos y responder menos a situaciones estresantes. ¡Es gratis, fácil y realmente funciona!

4.DAME UNA PAUSA. Aunque puede ser difícil salir a caminar en medio de la cena de Nochebuena o la de Nochevieja, podemos darnos un descanso de otra manera: ir a ver qué hacen los niños, ir al baño, ayudar a lavarse o servir  la mesa. Estas son todas formas de alejarse de personas o momentos irritantes. Si pudiéramos caminar a un ritmo rápido, sería una doble ventaja: ¡bueno para el cuerpo y para el espíritu!

5.APRENDA A OBSERVAR. Tratemos de desarrollar lo que los psicólogos llamamos “autoobservación”. Intentemos imaginarnos fuera de la situación y mirarlo como si estuviéramos viendo una película. Puede ayudarnos a desapegarnos emocionalmente y hacernos tolerar mejor ciertas situaciones.

6.MANTENGA LAS EXPECTATIVAS RAZONABLES. Aunque a todos nos gustaría pasar unas fiestas tranquilas entre familiares y amigos, la realidad es que la mayoría de nosotros no tenemos el tipo de relaciones que nos gustaría. Algunos son conscientes de que es una cuestión de supervivencia, pasar unas horas (o unos días) con familiares durante las fiestas, para que cada uno vuelva a su propia vida. No hacemos un drama de eso. Mantenemos expectativas razonables y factibles y pensamos en los aspectos positivos como el pavo asado de la madre o el postre de chocolate de la suegra.

7.SE AGRADECIDO. Por supuesto, si hubiera un botón que pudiera transformar la situación en la que nos gustaría, no deberíamos hacer nada más que presionarla. En ausencia de tales poderes, encontrar algo por lo que estar agradecidos nos permitirá tocar todo lo que tenemos en la vida, incluso si las cosas que quisiéramos fueran diferentes. Odiamos el pastel de carne de esa suegra, pero podemos apreciar el amor con el que ella lo preparó. Vemos el final tierno detrás de la aburrida historia que el abuelo nos adorna cada Navidad. Démonos cuenta de que la obsesión de nuestra madre con lo que comemos tiene más que ver con ella que con nosotros. Como ese hermano que siempre trata de ponerse en el centro de atención y probablemente solo necesita saber que estamos orgullosos de él.

No importa cuán estresante pueda ser la familia. ¡Es realmente importante saber cómo agradecer lo que tenemos!

En resumen, dejémonos llevar un poco durante estas vacaciones, tratando de no tomarnos las cosas demasiado en serio y tratando de moderarlas un poco. También podríamos encontrar algo maravilloso, escondido en todo esto. ¡También fue el descubrimiento de que tenemos un gran sentido del humor y un alto umbral de tolerancia!

Felices fiestas

Psicólogo Carlos Casaleiz

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