Colaboración Internacional Para Acabar Con La Violencia

0
98

En tanto una gran parte del mundo está inmerso en algún tipo de violencia (ya sea en las casas o en la calle, explotación, destrucción ecológica o guerra), una red internacional de individuos y organizaciones está comprometida a terminar con todas sus manifestaciones.

Cuenta con participantes de más de 100 países y apoyo de organizaciones en 35 países, y cada uno de estos participantes y organizaciones lucha por terminar con algunos tipos de manifestaciones de la violencia en el lugar en que viven, o, en el caso de las organizaciones y redes, en una zona de envergadura considerable a nivel nacional o incluso internacional.

Sin embargo, como puedes imaginar, aún hay mucho que hacer, así que la red Charter sigue expandiéndose a medida que más personas y organizaciones se motivan a unirse a esta lucha colectiva.

Aquí hay una descripción de lo que están haciendo algunos de los participantes de “The People’s Charter to Create a Nonviolent World”. Si quieres apoyarlos eres muy bienvenido.

Originario de Irán, la profesora Manijeh Navidnia nació en Teherán, en donde fue a la escuela y a la Universidad. Se casó en 1982 y tuvo a su primer hijo en 1985. Al principio le interesaba investigar en el ámbito de las ciencias sociales y la sociología, pero luego de colaborar con la Universidad Islámica Azad se interesó en los estudios estratégicos y desde ese entonces la mayoría de su trabajo investigativo y sus publicaciones han tratado sobre seguridad. Su primer libro, publicado el 2009, está enfocado específicamente en “seguridad social”. Concibe sus compromisos políticos como un medio para aportar a la cooperación internacional entre culturas.

Mahad Wasuge tiene un rol clave en el Instituto Heritage de Estudios Políticos de Somalia. Este instituto publicó hace poco un impactante informe acerca de la sequía en Somalia: “La Crisis de Sequía Inducida en Somalia: Es Necesario Actuar de Inmediato y Cambiar de Estrategia”, como respuesta a la sequía que actualmente hay en Somalia, una amenaza para millones de personas. “La sequía actual en Somalia, que en el idioma somalí se dice Sima (“aplanador, omnipresente o dominador”), abarca todo el país. Si no llueve para mediados de abril, y si no se implementa rápidamente una enorme campaña humanitaria, la sequía podría transformarse en una terrible hambruna que devastaría el país”: cientos de miles de hombres, mujeres y niños vulnerables podrían morir de hambre. A pesar de que es muy sabido que las personas están sufriendo en este momento y que el riesgo de que haya hambruna es muy alto, “la respuesta de la comunidad internacional y la estrategia de manejo de crisis de Somalia han sido completamente insuficientes”. Aunque los organismos de la ONU han logrado reunir 300 millones de dólares la mayor parte de la población del país no puede satisfacer sus necesidades básicas. “Muchas comunidades campesinas han perdido el 80% de su ganado, lo que aumenta su vulnerabilidad a niveles alarmantemente peligrosos”.

Ruth Phillips es la figura principal en una iniciativa de crear “una aldea ecológica comunitaria en un castillo del siglo XVII completamente restaurado, en una zona rural de Francia. La propiedad está en un área tranquila de naturaleza, rodeada de bosques, colinas y lagos. Está ubicada en la parte este de Dordogne, una de las regiones menos explotadas de Francia. Tienen permiso para crear una aldea tienen permiso de crear una aldea con permacultura alrededor del castillo para fines residenciales y vacacionales, en la que habrá 23 casas envueltas en el paisaje natural e histórico. Los planes incluyen que en el castillo se ofrezcan cursos educativos, actividades recreativas y culturales para los residentes y los visitantes; también habrá un pequeño restaurant, un espacio multifuncional para talleres, una piscina, un sauna y un espacio comunitario, así como grandes jardines y senderos para recorrer los bosques y campos de la propiedad. Tienen el objetivo de que esto sea una muestra de cómo se puede vivir de manera sustentable y mediante la permacultura. ¿Es demasiado bueno para ser cierto? Revisa el sitio web Ecochateau y envíale un correo electrónico a Ruth si quieres ir y quedarte un tiempo para ayudarlos a seguir llevando este sueño a la realidad.

El Dr. Maung Zarni, académico de Birmania, ha luchado incansablemente porque estemos conscientes del genocidio que el gobierno de Birmania ha hecho entre la población musulmana de Rohingya. Tampoco tuvo miedo de denunciar que Aung San Suu Kyi, icono de la democracia, ha sido cómplice de este ataque genocida. Con este vídeo de dos minutos puedes hacerte una idea bastante clara de Zarni, un compasivo académico y activista: “El Repetido Rechazo a Reconocer los Atroces Crímenes de Birmania en contra de Rohingyas Evita Llegar a una Solución Pacífica”. Para saber más sobre esto, visita el sitio web de Zarni.

En una de sus charlas públicas, Kathleen Macferran planteó la pregunta “¿Realmente aumenta nuestra seguridad cuando encarcelamos a los que dañaron a otras personas y luego los olvidamos? Ella explora la idea de “convertir nuestras cárceles en casas de sanación y crear relaciones que lleven a aumentar la seguridad”, como hacer que los hombres y mujeres ex convictos vuelvan a sus comunidades como mediadores que ayuden a solucionar conflictos.

Greg Kleven es un estadounidense de 68 años que vive en Vietnam enseñando inglés. En 1967 llegó a Vietnam como soldado, a los 18 años. En ese entonces él “pensaba que lo que estaba haciendo era correcto. Pero después de algunos meses en el país me di cuenta de que había cometido un terrible error. La guerra era un error y yo nunca debería haber participado”. Cuando volvió de la guerra le costó mucho volver a ajustarse en la sociedad. “No podía sacarme la guerra de la cabeza”. En 1988 volvió a Vietnam como turista y se dio cuenta de que tenía una oportunidad de “compensarlos por lo que había hecho”. Durante los siguientes dos años ayudó a organizar “viajes de vuelta, para veteranos de guerra que querían volver a Vietnam y verlo como un país, no como el enemigo en la guerra”. Desde 1990 enseña inglés en Ciudad Ho Chi Minh. Greg también tiene la convicción de que “algún día se acabarán todas las guerras y toda la violencia en el mundo”.

El profesor de análisis matemático Tarcisio Praciano-Pereira cuenta desde Brasil que personalmente se encuentra bien, pero que la vida en Brasil “¡está muy mal! Tengo 73 años y pasé por la dictadura de 1964, cuando me exiliaron. Así que tengo una idea bastante clara de lo que está ocurriendo ahora, y estoy muy preocupado porque tengo clarísimo los peligros que estamos enfrentando. Mi vida ha cambiado completamente, mi producción intelectual ha disminuido mucho porque estoy en medio de la lucha todo el tiempo. ¡Realmente tengo mucho miedo! Y no tengo el cuerpo joven que tenía en 1964”. Advirtió que era posible que mataran a un juez de la Corte Suprema que estaba supervisando la investigación de un enorme caso de corrupción relacionado con la empresa de petróleo estatal de Brasil Petrobras. El grupo empresarial conservador Globo y otras personas con intereses económicos involucrados estaban en contra de esta investigación. Sin duda, no se puede descartar que el juez haya sido asesinado. Ahora se está intentando que el Secretario de Justicia reemplace al difunto juez, y este secretario “es derechamente un criminal. Por favor luchen contra esto si pueden. ¡Es de temer! ¡Sí, tengan miedo!”.

Acabar con la violencia humana requiere valentía, y por supuesto perseverancia y determinación en circunstancias que a menudo son sumamente difíciles.

Por eso, puede que te cueste creer que es posible lograrlo.

Pero si quieres unirte al propósito de estas personas de crear un mundo en el que la paz, la justicia y la sustentabilidad ecológica finalmente triunfen en todo el mundo puedes hacerlo firmando la petición en línea de “Carta del pueblo para un mundo sin violencia” (“The People’s Charter to Create a Nonviolent World”) y participando en “The Flame Tree Project to Save Life on Earth”.

¿Podremos lograrlo? Si no lo intentamos, nunca lo sabremos. Si no hacemos nada, algún día, que según algunos científicos que estudian el clima podría llegar bastante pronto (y esperemos que no nos mate primero una guerra nuclear), el homo sapiens pasará a formar parte de los fósiles enterrados en la tierra, sin siquiera haber luchado juntos para intentar evitarlo.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí