Pepe Álvarez pide “ser prudentes” con el retorno presencial a las empresas hasta ver cómo se comporta la pandemia

El secretario general de la Unión General de Trabajadores (UGT), Pepe Álvarez, apeló a “ser prudentes” en el retorno a los puestos de trabajo presenciales en las empresas para ver, durante el mes de septiembre, “como va y se comporta la pandemia”, “sobre todo a efectos de cercanía en los puestos de trabajo”.

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En una entrevista a Servimedia, Álvarez reconoció que allí donde el sindicato tiene representación ha podido comprobar que “la presencialidad se está recuperando de manera muy razonable” y muchos convenios colectivos están además “empezando a regular cómo va a ser el trabajo a distancia durante los próximos años, ya de manera permanente”.

El gran desafío lo presentan, a su juicio, las pequeñas y medianas empresas donde la incursión del teletrabajo “se ha hecho, en el mejor de los casos, por acuerdo individual de los trabajadores con el empresario”, situación que lo está haciendo “más difícil”.

En su opinión, “sería bueno que las comisiones paritarias de los convenios lo pudieran empezar a regular incluso antes de que se negocie el convenio” colectivo de ámbito general, ya sea estatal, de comunidad autónoma o provincial sectorial, indicando que las empresas donde no hay representación sindical “necesitan ayuda” para poder establecer básicos como si el teletrabajo compromete dos o tres días a la semana o si hay turnos.

Álvarez reivindicó que el teletrabajo “ha venido a posibilitar el desarrollo productivo de las empresas”, ya que “en muchos casos, en los puestos de trabajo no se podía mantener la distancia legal o la distancia sanitaria necesaria”.

Sin embargo, precisó que nos encontramos en una primera fase de implementación y sería un “error” asumir el teletrabajo como “un elemento de conciliación solo”, sino que hay que encararlo “como algo estructural”, con sus obligaciones y prevención de riesgos.

Entre los aspectos que no se han abordado convenientemente apuntó que muchas viviendas no están preparadas para el teletrabajo por su pequeña dimensión y “los costes de las infraestructuras para poder teletrabajar, en la mayoría de los casos, han ido a cuenta del trabajador y es un coste añadido que tiene el propio puesto de trabajo”, cuando debe asumirlo la empresa.

Por otro lado, indicó que “el teletrabajo viene a agravar los problemas desde el punto de vista emocional” como se ha puesto en evidencia con los confinamientos de la pandemia. “Por eso las cuestiones de carácter psicosomático van a verse agravadas por el teletrabajo. Yo creo que todo eso ni lo hemos pensado. Por eso tengo la seguridad de que este es un proceso que vamos a seguir haciendo y construyendo poco a poco”, agregó.

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