El director Paco Baños ha presentado este martes su nueva película, ‘522. Un gato, un chino y mi padre’, en el Festival de Málaga.
Cine en español, un filme que ha definido como «una road movie emocional» en la que el personaje principal trata de volver a encontrarse. Junto a él, han estado presentes los actores Natalia de Molina y Alberto Jo Lee, y el productor Ángel Tirado.
La película, que llegará a los cines antes del verano, es el segundo largometraje de Baños, que regresa al Festival de Málaga después del éxito obtenido con ópera prima, ‘Ali’.
George es una joven portuguesa que vive en Sevilla buscando romper con su pasado, algo que le provoca una particular agorafobia que limita su mundo a un espacio de 522 pasos respecto a su casa. Su único compañero en la vida es su gato, que tras fallecer le obliga a intentar romper con sus miedos para darle sepultura. Este hecho provoca el inicio de un viaje a su patria en el que tendrá que aprender a hacer frente a su pasado.
El director ha definido la película como «una aventura emocional» en la que el personaje principal, encarnado por Natalia de Molina, tiene que desprenderse de sus «limitaciones mentales» para lograr avanzar en su vida. «El personaje ha dado la espalda al pasado y tiene que tratar de recuperarlo. Esa actitud le ha hecho que su mundo sea cada vez más pequeño», ha dicho.
Un mundo que cuenta además con un personaje que «está totalmente presente» aunque no aparece en ningún momento en escena, el padre de George, representado por varios objetos. «Su presencia es continua desde el momento que aparece el libro, por eso lo odia y lo tira. A lo largo de la película vamos descubriendo que el viaje es un intento de reconciliación con el padre, donde todo es una suma de elemento», ha asegurado Baños.
La película utiliza los planos y la forma de grabación para «acerca al espectador al personaje de George», algo que tanto para Baños como De Molina convirtió el rodaje en «complicadísimo». La actriz ha asegurado que «era todo muy agobiante» al contar con una cámara constantemente pegada que le impedía interactuar con sus compañeros. «Para mí es importantísima la concentración y no podía, pero eso me ayudó a transmitir cosas que se hubieran quedado en el aire de otra manera», ha asegurado De Molina.
A pesar de todo, la actriz ha asegurado sentirse «a gusto» con el personaje que representa, pues «todos tenemos limitaciones» igual que George. «La forma en que grabamos me ayudó a interiorizar el agobio del personaje para trasmitir que lleva una mochila llena de cosas del pasado que le impide seguir avanzando», ha comentado.
El personaje de George sufre diferentes cambios mentales cuando «se deja llevar» y olvida sus limitaciones. «En esos momentos te das cuenta que es una persona perfectamente capaz, pero cuando no cree en ella misma se vuelve a encerrar en su espacio», ha dicho la actriz.
La historia representa «personajes que se encuentran fuera de lugar» y que «tienen carencias», como el japonés que se hace pasar por chino que interpreta Jo Lee. «Mi objetivo es normalizar la situación de los inmigrantes, que se sepa que podemos hablar perfectamente castellano o catalán, pero mientras tanto estoy encantado de hacer de chino, vietnamita o lo que haga falta», ha afirmado el actor.