He vuelto a redimir el silencio, mientras sin apenas
quererlo, me perdía en el camino.
Calla la vida su carnaval de risas, con la finalidad
de lograr, que los corazones se vistan de fiesta.
Somos muchos, los que hemos tenido que aprender
a vivir ciertas ausencias, para conseguir retomar
aquellos viejos monigotes, hechos en la limpia arena
de la playa.
En estos precisos momentos, tan solo dispongo de
algunas palabras, y unas mariposas entre mis dedos,
que han decidido permanecer en mi compañía.
¡Viento y brisa insatisfecha, alguna que otra nube
blanca, y antiguos deseos incumplidos, es todo
cuanto me queda al día de hoy!!.