Tecnología en la tercera edad: retos y oportunidades para los mayores

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Enviado por José Antonio Sierra
La tecnología avanza a pasos agigantados. Eso tiene múltiples ventajas, pero también supone una barrera importante para nuestros mayores. Hay quienes consiguen adaptarse a las nuevas tecnologías sin problemas y aprovechan todas sus ventajas; para otros, en cambio, es un auténtico reto comprenderlas y aprender a utilizarlas. Casi la mitad de las personas de más de 65 años asegura que nunca ha utilizado internet. Y esa cifra crece entre los de más de 85 años: solo 2 de cada 10 lo ha usado alguna vez. La Red es el pilar de prácticamente todos los avances actuales, por lo que este dato refleja muy bien la realidad de nuestros mayores.
Aunque el confinamiento y en la pandemia han hecho que muchos se acostumbraran a las videollamadas y al WhatsApp, aún quedan muchas cosas que la tecnología puede hacer por nuestros mayores, especialmente para aquellos que viven solos o quieren ser todo lo independientes que puedan. Uno de los principales motivos para esa brecha digital es la dificultad que supone aprender a utilizar un dispositivo nuevo. Eso implica que quienes no viven solos tienen más probabilidades de aprender su funcionamiento y disfrutarlo. No obstante, precisamente una de las ventajas de la tecnología en la tercera edad es que permite ser más autosuficiente e independiente.
Los teléfonos móviles inteligentes se han convertido en un imprescindible para cualquier persona, y también para los mayores. Las videollamadas o el chat de WhatsApp son formas fáciles de mantenerse en contacto con nuestros seres queridos. Pero, además, los móviles permiten hacer muchísimas otras cosas (tienen radio, internet, juegos…).
Pueden ser un reto para los más mayores, pero los hay especialmente diseñados para ellos, con una interfaz muy sencilla y un formato cómodo e intuitivo. Se les puede modificar el volumen del audio, el tamaño de las letras o activar el control por voz para adaptarlo a sus necesidades.
Si los smartphones, con teclado táctil, son complejos, se puede optar por el clásico modelo con tapa, que descuelga las llamadas con solo abrirlo. Igualmente, si el pequeño tamaño de estos dispositivos es un inconveniente, una buena alternativa son las tablets, que tienen una pantalla más grande. Además, desde la tablet o dispositivos como los ebooks se puede leer cómodamente sin tener que cargar con un pesado libro o ir a por el periódico.
Hay un sinfín de aplicaciones que pueden ser de utilidad. Las hay que te ayudan a crear accesos directos a las aplicaciones del teléfono que más usen (por ejemplo, la aplicación Senior safety phone). Otras sirven para adaptar el móvil a personas con problemas de visión o de audición (por ejemplo, las aplicaciones Help Launcher, Big Launcher o Goodev), e incluso las hay que te recuerdan las tareas pendientes y te ayudan a gestionar las medicinas (como la app Medisafe). También se pueden incluir aquí las aplicaciones y juegos que ayudan a ejercitar la memoria y mantener la mente activa (por ejemplo, la aplicación Entrena tu cerebro).
Para los familiares que cuidan de una persona mayor también hay múltiples opciones. Existen aplicaciones que sirven para localizar al usuario, para así estar tranquilos cuando salgan solos de casa, por ejemplo, o que detectan las caídas y envían un mensaje de ayuda automático. Algunas de ellas son las apps Help me y FallSafety Pro.
Sin duda, una de las grandes revoluciones tecnológicas y de las que más se benefician nuestros mayores. Los móviles y los ordenadores ya cuentan con asistentes virtuales que se activan por la voz, lo que hace muy fácil pedirles cualquier cosa. Los comandos «Ok Google» (en móviles Android), «Oye Siri» (en móviles iOS) y el asistente Cortana de Windows reconocen un amplio abanico de órdenes, como hacer búsquedas en internet, abrir programas o aplicaciones o mandar mensajes de WhatsApp.
Un paso más allá es instalar asistentes virtuales en casa, como el famoso dispositivo Alexa. Si se combinan con enchufes inteligentes, es posible conseguir un hogar casi automatizado por voz. De esta manera, nuestros mayores pueden hacer muchas cosas sin moverse del sofá, ya que pueden pedir a su asistente que encienda las luces, que active el calentador o que ponga la calefacción.
 Los robots son ya una realidad que nos acompaña en nuestro día a día y pueden ahorrarnos mucho tiempo en las tareas del hogar. Los robots que aspiran y friegan el suelo son una opción muy útil para los mayores que viven solos, pues les ayuda a mantener la casa limpia sin apenas esfuerzo. Y los robots de cocina les permiten comer sano sin tener que estar mucho tiempo de pie en la cocina. Si a esto le sumamos hacer la compra por internet o por teléfono, cocinar es ahora mucho más sencillo.
La pandemia ha obligado a que los médicos adaptasen sus formas de comunicarse con sus pacientes. La telemedicina trae una gran ventaja que se quedará en el futuro: evita los desplazamientos. Si nos duele la espalda o la cabeza, lo apropiado es que el médico nos vea personalmente. Pero, si solo necesitamos que nos renueven una receta, o que el médico nos comente los resultados de un análisis o una prueba, por ejemplo, la telemedicina nos ahorra el viaje hasta el centro de salud. Charlar con el médico directamente por internet es una gran ventaja, especialmente para quienes tienen problemas de movilidad.
Un básico en cualquier hogar donde viva una persona con problemas de movilidad o dolor articular. Las escaleras son un obstáculo que obliga a reorganizar el hogar (por ejemplo, haciendo un dormitorio en la parte baja de la casa) y evita que muchos mayores sean totalmente independientes. En este caso, la tecnología les permite ser autosuficientes y aprovechar todos los metros de su hogar, sin necesidad de hacer reformas.

 

El confinamiento y la pandemia ha contribuido a un aislamiento mayor social de los mayores así como a la necesidad de su puesta al día en las nuevas tecnologías.
Fuente: TKE Home Solutions

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