En pleno 2025, una nueva moda está tomando protagonismo entre coleccionistas, fanáticos y curiosos: las máquinas expendedoras de sobres de cartas Pokémon, recientemente instaladas en el Centro Comercial Larios de Málaga.
Este fenómeno, que ya se ha extendido por otras ciudades de España, llega ahora al corazón comercial de la capital malagueña, atrayendo tanto a niños como a adultos que buscan completar sus colecciones o simplemente probar suerte con la emoción de abrir un sobre nuevo. Las máquinas, ubicadas estratégicamente en zonas de alto tráfico del Centro Comercial, ofrecen la posibilidad de adquirir paquetes individuales de cartas por un precio asequible, lo que las convierte en un producto muy accesible y tentador.
Nueva fiebre Pokémon
Pero ¿por qué esta fiebre no pasa? La respuesta parece estar en la mezcla perfecta entre nostalgia y novedad. Muchos de los padres que hoy acompañan a sus hijos al Centro Comercial Larios vivieron la primera ola Pokémon en su infancia, y ver a Pikachu, Charizard o Squirtle resurgir en formato de carta despierta en ellos un fuerte sentimiento de conexión emocional.
A su vez, las nuevas generaciones, alimentadas por el éxito de los videojuegos de Nintendo Switch como Pokémon Scarlet y Violet, así como por la renovación constante del universo Pokémon con nuevas criaturas y diseños, encuentran en estas cartas una forma divertida de interactuar con su universo favorito.
Además, la mecánica de colección y el factor sorpresa hacen que cada sobre abierto sea una pequeña aventura. Las cartas especiales, holográficas o de edición limitada generan auténtico entusiasmo entre los usuarios, algunos de los cuales ya ven en ello una inversión o incluso un negocio. En plataformas como eBay o Marketplaces especializadas, ciertas cartas pueden alcanzar precios elevados dependiendo de su rareza y estado.
El Centro Comercial Larios, consciente del tirón mediático de este fenómeno, apuesta por integrar esta experiencia dentro de su propuesta de ocio y entretenimiento. Más allá de ser un simple punto de venta, las máquinas fomentan la interacción social entre los jóvenes, quienes comparten sus hallazgos, intercambian cartas o incluso organizan pequeños torneos improvisados basados en el sistema de batallas de las cartas.
En definitiva, la presencia de las máquinas expendedoras de cartas Pokémon en el Centro Comercial Larios es mucho más que una moda pasajera; es una muestra de cómo ciertos fenómenos culturales logran evolucionar y adaptarse a nuevas generaciones sin perder su esencia. Y mientras haya un Pikachu esperando en algún sobre, la fiebre Pokémon seguirá latente, generando ilusión y conexión entre quienes la viven.