Maná en el X Fest Marenostrum
Marenostrum Fuengirola se encuentra celebrado por todo lo alto, sus 10 años de vida; y en esta ocasión ofreció una noche mágica de música y emoción en el escenario mayor Unicaja, junto al Mediterráneo. El X Fest, reunió a miles de personas para disfrutar de un cartel de lujo encabezado por la mítica banda mexicana Maná, acompañada por dos referentes del panorama musical andaluz como son: Chambao y Efecto Mariposa.
El recinto, convertido en un ejemplo nacional e internacional en programación musical al aire libre, quiso rendir homenaje a una década de conciertos históricos, con un evento que quedará grabado en la memoria de sus asistentes. No es casual que Maná, la banda de rock en español más influyente del mundo, regresara al escenario fuengiroleño: su última actuación en el recinto agotó las entradas en tiempo récord, y este año ha sido una de las seis exclusivas paradas de su gira por España.
Las primeras emociones de la fiesta comenzaron con la llegada puntual de Chambao, el grupo malagueño liderado por La “Mari”, que mientras todavía el sol brillaba fuerte, aportó su inconfundible flamenco chill a la velada. La artista malagueña, reconocida por fusionar el alma andaluza con sonidos electrónicos, regaló momentos de intimidad sonora con temas como “Ahí estás tú” y “Pokito a poko” y con frases como “Lo que damos es lo mejor que tenemos”. Una actuación íntima y auténtica, en donde cantó descalza, dedicó canciones y pidió por el fin de la guerra en Palestina.

Por su parte, los fuengiroleños Efecto Mariposa ejercieron de perfectos anfitriones haciendo vibrar a los presentes al ritmo del ruido del mar. Con su rock alternativo de raíz malagueña y éxitos como “Por quererte” o “No me crees”, el grupo liderado por Susana Alva y Frasco G. Ridgway demostró, por qué siguen siendo un pilar del pop rock español, emocionando a una audiencia que los ha visto crecer desde sus inicios en pequeños locales, hasta consolidarse en grandes escenarios.
Un hecho característico del concierto, es que el tecladista de la banda fue presentado por la cantante como su talentoso hijo de tan sólo 14 años. Talento que seguramente heredó de su madre, quien dejó a sus seguidores felices y emocionados con su show.

Ya llegada la noche, todos esperaban el ingreso de Maná al escenario y con los primeros acordes de “Hechicera”, la banda inició su concierto haciendo vibrar a los presentes al ritmo del sonido del mar.
Saludando a su público con la efusión que lo caracteriza, Fher Olvera contó que “disfrutan tanto venir a España, que vendrían hasta pagando”; y prometió que “iban a poner todo en el asador y hacer un desmadre”.
Luego cantó “De pies a cabeza” y la gente respondió cantando, bailando y aplaudiendo como nunca; entregándose por completo.
Una nueva anécdota que contó el cantante, como gran anfitrión que es, llegó con la siguiente canción. “Recién comenzábamos con Maná, yo estaba viviendo en un departamento chiquito y me llaman por teléfono. -cuenta Fher– Yo pregunto: ¿Quién habla?; y me dicen: Soy Carlos Santana y quiero hacer un tema con ustedes; y yo le respondo: No te creo, porque pensé que me estaban haciendo una broma; y así nació: “Corazón espinado”.

La escenografía armada con enormes pantallas LED detrás, arriba y en los costados del escenario fueron uno de los detalles más destacados del concierto, que, junto a todo tipo de proyecciones animadas, un magnífico juego de luces y un sonido perfecto; hicieron que el público disfrutara aún más, cuando escuchaba cada nueva canción.
“Manda una señal”, “Mariposa traicionera”, “Te lloré un río” y “Oye mi amor” fueron los hits que siguieron en el repertorio, mientras debajo del escenario, banderas de países de todo el mundo flameaban al compás de la música. Viéndolas y nombrando a cada país que representaban, el cantante volvió a dirigirse a su gente y con una copa de cerveza, tequila y plantas de marihuana, según sus propias palabras, brindó por su público hispano.

En todos sus conciertos, Maná elige una canción para homenajear a un gran artista; y en esta ocasión se trató de Bob Marley y su himno “It’s alright”, que Fher Olvera dedicó a todos los mexicanos que están viviendo en Los Angeles, Estados Unidos con el presidente actual, que nombró como “Viejo naranja”.
Más de 10 minutos de un solo del baterista Alex González, quien es compadre del cantante, hicieron asombrar a muchos, y dieron el tiempo necesario para cambiar la escenografía y montar un muelle iluminado con faroles, anunciando la llegada de uno de sus más grandes éxitos: “En el muelle de San Blas”.
En un momento, Fher hizo que se apaguen todas las luces y pidió a la gente que prenda las linternas de sus móviles, para convertir el recinto en una mar de estrellas y pedir una luz de esperanza para todos, nombrando las guerras de Ucrania y Palestina.

La banda mexicana no dejó fuera ninguno de sus grandes éxitos. “Eres mi religión”, “Vivir sin aire”, “Rayando el sol” y “Labios compartidos” sonaron con una fuerza enorme, como si fuera la última vez que iban a sonar. Con una trayectoria que supera los 40 millones de discos vendidos y una colección de himnos, Maná volvió a cautivar al público con un show cargado de energía, nostalgia y compromiso social.
Para el final de la fiesta, la canción elegida fue “Clavado en un bar”, y debajo del escenario grupos de amigos de todas las edades, todo tipo de pareja y familias completas coreaban, bailaban y aplaudían llenos de emoción; que se agrandó aún más, al ver cientos de drones en el cielo que dibujaban todo tipo de figuras y palabras de agradecimiento.

El X Fest Marenostrum no solo significa una celebración musical, sino también un reconocimiento a la trayectoria de Marenostrum Fuengirola, que en apenas una década ha acogido más de 500 conciertos y se ha convertido en uno de los enclaves escénicos más deseados por artistas nacionales e internacionales, con una ubicación única junto al mar y al Castillo Sohail.
Con el éxitoso festival que homenajea una década de vida, Marenostrum Fuengirola reafirma una vez más, su apuesta por la excelencia cultural y musical, y se proyecta hacia el futuro, con la misma pasión que lo vio nacer hace diez años con espectáculos de calidad, experiencias inolvidables y una conexión única entre el arte y la música.