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domingo, junio 22, 2025

Más allá del sí y el no: Otras formas de pensar la vida

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 – Santiago de Chile – 

Por Fernando Salinas*

Cuestionar la lógica clásica no significa rechazar la razón, sino reconocer sus límites y abrirnos a otros modos de comprender y cuidar el mundo. En tiempos de colapso ecológico y crisis de sentido, quizás lo más urgente sea pensar desde el vínculo, no desde la separación. Entre el sí y el no, hay una red invisible que sostiene la vida.

Durante siglos, la cultura occidental ha organizado su pensamiento bajo una lógica binaria: algo es o no es. Esta forma de razonar, heredada de Aristóteles, fue clave para construir la ciencia moderna, los sistemas jurídicos y muchas instituciones.

Pero también impuso una manera de ver el mundo basada en oposiciones rígidas: verdadero/falso, cuerpo/mente, humano/naturaleza, civilizado/salvaje. Hoy, ante un planeta en crisis y sociedades fragmentadas, muchas voces advierten que esta lógica ya no basta.

Desde distintos horizontes culturales y filosóficos, aparecen propuestas que rompen con el binarismo y nos invitan a pensar de otro modo. Entre ellas destacan los filósofos Arne Naess y Félix Guattari, el pensamiento budista Madhyamaka, y la sabiduría del pueblo mapuche. A través de sus miradas, emerge una lógica más flexible, abierta a la contradicción, a la relación, y a lo sagrado que hay en la vida cotidiana.

Naess y Guattari: ecosofías para habitar lo múltiple

Arne Naess, filósofo noruego, propuso el concepto de ecosofía para ir más allá de la ecología superficial. Para él, proteger la naturaleza no puede ser solo una acción externa o técnica: requiere una transformación profunda del ser humano y su forma de relacionarse con el mundo.

Esta transformación se da a través de un proceso que él llama auto-realización: ampliar la identidad del yo más allá del individuo, hasta incluir a los otros seres, los ecosistemas, y la vida misma.

Desde otra tradición, el francés Félix Guattari también desarrolló una visión ecosófica, pero centrada en los procesos sociales y subjetivos. En su propuesta, la ecosofía implica actuar simultáneamente en tres planos: medio ambiente, relaciones sociales y vida mental. La crisis ecológica no es solo una crisis de la naturaleza, sino también de nuestras formas de vida y nuestros deseos.

Ambos coinciden en una crítica al pensamiento moderno que separa y fragmenta. Tanto Naess como Guattari ven al ser humano no como un ente aislado, sino como parte de una red viva de relaciones. En lugar de la lógica clásica del “sí o no”, ambos proponen una lógica del vínculo, del proceso, del coemergente. Pensar ecosóficamente es entender que no hay una única verdad fija, sino múltiples modos de existencia que se entrelazan y coexisten.

El budismo Madhyamaka: ni sí, ni no

En la tradición budista Madhyamaka, el sabio Nāgārjuna introduce una lógica que escapa al “sí o no”. Su herramienta filosófica, el catuskoti o lógica tetravalente, plantea que una afirmación puede ser: verdadera, falsa, ambas o ninguna.

Lejos de ser un juego lógico, esta forma de pensar busca mostrar que la realidad última no puede ser atrapada por el lenguaje. Todo es transitorio, interdependiente, vacío de esencia fija. La sabiduría consiste en aprender a habitar la paradoja, sin necesidad de resolverla.

Este enfoque es profundamente ecosófico: disuelve el ego como centro, resitúa al ser humano dentro del flujo de la vida y favorece una ética de la compasión y la no apropiación.

La cosmovisión mapuche: ser en relación

El pueblo mapuche vive desde una lógica que tampoco separa lo humano de la tierra, ni lo espiritual de lo cotidiano. La noción de itrofill mongen, la diversidad de la vida, expresa un mundo en el que todo está conectado: los cerros, los ríos, los animales, los espíritus, las palabras. El humano no es dueño de la naturaleza, sino parte de ella. Es naturaleza. La persona (che) se define por su relación con el territorio y con los otros seres.

Esta cosmovisión coincide con la ecosofía en su apuesta por una vida en equilibrio, no solo material sino también espiritual y afectiva. Donde la lógica clásica ve oposición, el kimün mapuche (saber ancestral) ve complementariedad, reciprocidad y respeto.

Ecosofía: una lógica de la vida

A través de estas tres miradas -Naess y Guattari, Nāgārjuna, Mapuche- emerge una invitación a pensar con otras claves. La ecosofía, en este sentido ampliado, no es solo una teoría, sino una práctica de vida: cultivar relaciones sanas con los demás, con uno mismo y con el entorno. Es un camino para sanar la fractura moderna entre razón y cuerpo, entre cultura y naturaleza, entre individuo y comunidad.

Cuestionar la lógica clásica no significa rechazar la razón, sino reconocer sus límites y abrirnos a otros modos de comprender y cuidar el mundo. En tiempos de colapso ecológico y crisis de sentido, quizás lo más urgente sea pensar desde el vínculo, no desde la separación. Entre el sí y el no, hay una red invisible que sostiene la vida.

*Ex eco-constituyente

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