La lucha contra el juego ilegal en España está cobrando impulso. Así, la Dirección General de Ordenación del Juego ha intensificado sus esfuerzos para bloquear a los operadores sin licencia. Asimismo, su ámbito de responsabilidad es la protección de los jugadores españoles.
En pocos meses, la Dirección General de Ordenación del Juego ha logrado cerrar y bloquear catorce operadores ilegales. Dado que el mercado español es uno de los más regulados de Europa, los «ilegales» han recibido un mensaje claro de que no se permitirá la entrada en este mercado a plataformas no autorizadas.
Estas medidas forman parte de una estrategia coordinada en la que participan las fuerzas del orden, los reguladores regionales y la Policía del juego. Unidades especializadas de la policía colaboran con la Dirección General de Ordenación del Juego.
Controlan y cierran las casas de apuestas ilegales tras una investigación. También cierran sitios ilegales en línea: en España, el juego sigue siendo seguro y legal, lo que está garantizado. Pero la misión de estos organismos no es sólo hacer cumplir la ley, sino también proteger a los consumidores del fraude. Esto significa que los reguladores luchan tanto contra los riesgos asociados al juego ilegal como contra el blanqueo de dinero.
Italia, Francia y Alemania siguen el ejemplo de España en la regulación del juego. El modelo español de estrecha cooperación entre reguladores ha demostrado ser muy eficaz. El sistema español permite imponer multas cuantiosas: sólo en noviembre de 2024, ascendieron a 65 millones de euros. Principalmente, se multa a los operadores en línea extranjeros que incumplen los requisitos de licencia. Estas acciones también requieren la coordinación con las instituciones financieras y las fuerzas del orden.
El ejemplo de España no sólo lo toman los países europeos, sino también los estados latinoamericanos, especialmente Chile. Aquí, los principios legales que rigen la regulación del sector del iGaming se han desarrollado recientemente. El gobierno tiene incluso estructuras separadas, que se dedican a rastrear y bloquear a los operadores de juego ilegales. Además, existen recursos de información que ofrecen reseñas de casinos en línea legales. Todas estas medidas reguladoras se han tomado de la experiencia española.
El marco regulador español está evolucionando para hacer frente a nuevos retos: la aparición de nuevos formatos de apuestas y el crecimiento de la tecnología avanzada. Y otra piedra angular de la estrategia española es la protección de los jugadores. Se exige a los operadores que apliquen sólidas medidas de protección de los grupos vulnerables, especialmente los jóvenes y quienes demuestren conductas de riesgo en el juego. Los operadores están obligados a advertir a los jugadores sobre conductas de riesgo y a restringir el uso de tarjetas de crédito. Los informes mensuales y la disponibilidad de líneas directas forman parte de las nuevas normas: los operadores son responsables de garantizar un juego seguro con un alto grado de responsabilidad.
Y para mantenerse al día con el cibercrimen, la DGOJ está invirtiendo en formación de agentes, tecnología y cooperación internacional. Esto también ayuda a combatir el juego basado en blockchain y el amaño de partidos.