Tras haber recuperado esta tradición el pasado año, Alpandeire volvió a celebrar el sábado el Día de la Cruz. Este festejo, que se llevaba a cabo desde tiempo inmemorial en el municipio en conmemoración de las Cruces de Mayo, no se organizaba con regularidad desde hace casi dos décadas.
Para comenzar, en torno a las 10:30 de la mañana vecinos y vecinas de Alpandeire portaron la cruz adornada con flores desde la Iglesia de San Antonio de Padua hasta la zona del Cerrejón, donde fue colocada en el entorno de una antigua era empedrada que ha sido restaurada en los últimos años. Durante el recorrido la cruz fue acompañada con música de flauta y tamboril.
La Cruz de Alpandeire
En el Cerrejón y durante todo el día, los asistentes disfrutaron de una jornada de convivencia en la que se ofreció un almuerzo colectivo, se instaló una muestra de artesanía con diferentes stands que expusieron y pusieron a la venta distintos productos hechos a mano, se organizaron juegos infantiles tradicionales y se habilitó una barra para la ocasión.
Antiguamente los panditos vivían esta tradición como un día de campo y reunión en el que compartían comida y bebida al son del acordeón y los pasodobles, mientras los niños se divertían con juegos tradicionales. Con el paso del tiempo y la creciente despoblación han ido desapareciendo algunas antiguas tradiciones en las zonas rurales, por lo que revitalizar y conservar estas celebraciones contribuye a mantener viva la historia, la identidad y la cultura de los pequeños municipios.
Por último, desde el Ayuntamiento de Alpandeire se ha agradecido la participación de las personas que asistieron a la celebración del Día de la Cruz, que tuvieron la oportunidad de disfrutar de una buena jornada en compañía de familiares y amigos a la vez que ayudaron a recuperar una tradición.