El sendero GR 141.2 une los municipios de Cartajima y Pujerra, en el Alto Valle del Genal, en un itinerario lineal de 4,5 kilómetros de distancia que se completa en un tiempo estimado de una hora y media. Este sendero forma parte de la Gran Senda de la Serranía de Ronda (GR 141) y está debidamente señalizado y homologado por la Federación Andaluza de Deportes de Montaña, Escalada y Senderismo.
El recorrido da inicio a la salida de Cartajima por la calle Calvario para enlazar en sentido descendente con el Camino del Helechar. En el primer kilómetro se pasa junto al área recreativa del Mirador del Quince, que es preciso dejar a la izquierda, para adentrarnos progresivamente en un precioso castañar que discurre entre fuertes desniveles salpicado por encinas, cerezos, madroños, quejigos centenarios, alcornoques y olivos.
Prácticamente en continuo descenso, pasado el kilómetro 3 de la ruta y justo en el cruce con la carretera Júzcar-Pujerra, es necesario desviarse hacia la izquierda y cruzar el Río Genal por un pequeño puente hormigonado en la zona conocida como Molino de Capilla.
En este punto resulta interesante recordar la leyenda del rey visigodo Wamba. “Una comitiva de nobles y eclesiásticos recibió el encargo de buscarlo para ungirlo y coronarlo rey; mas, no sabiendo a punto fijo dónde residía, andaba recorriendo estos pueblos de la sierra por ver si lograba localizarlo.
Cartajima a Pujerra
Ocurrió que, al salir de Cartajima la expresada comisión, y cuando llegaba a la mitad de la cuesta que baja desde este pueblo al río Genal, oyeron grandes voces de mujer que decían: “¡Wamba!, ¡Wamba!, ¡Wamba!” Era que la mujer de éste le llevaba el almuerzo y, teniendo urgencia de volver al pueblo, le llamaba a gritos desde el Tajo de la Zorra, para que subiese a por él.
Este incidente fortuito llevó a los caballeros al lugar donde se encontraba el monarca electo, el cual se ocupaba en aquellos momentos de arar con una yunta de vacas las tierras colindantes al Molino de Capilla. Dicen que opuso una gran resistencia a las pretensiones de aquellos señores, los cuales, ante la negativa tan rotunda, llegaron a amenazarle con la muerte. Alegaba el godo que, aunque deseaba servir a su patria, era ya bastante anciano y que, dada su escasísima cultura, le era imposible acceder. Después de una larga y porfiada discusión, decidió Wamba dejar el asunto a la voluntad divina: “Cuando esta aguijada que tengo en la mano florezca seré yo rey de España”, exclamó.
Y cuentan que, al clavar el palo seco en la tierra, reverdeció súbitamente, cubriéndose de innumerables hojas e infinitas flores blancas. Reducida su actitud ante el prodigio que tenía ante sus ojos atónitos, tuvo que aceptar la Corona.” Conservada desde tiempo inmemorial, a principios de los años cuarenta del pasado siglo puso esta leyenda por escrito Diego Vázquez Otero.
Tras el paréntesis, la ruta continúa y a pocos metros de donde nos quedamos tomamos otro desvío a la izquierda, señalizado como sendero PR-A-225 (Júzcar-Pujerra). Unos 400 metros más arriba hay que volver a cruzar la carretera y seguir subiendo una fuerte pendiente hasta llegar al Mirador de la Cruz, a la entrada del pueblo de Pujerra.
Desde este punto se observa la mayor parte del camino realizado y unas bonitas vistas panorámicas de Cartajima con su Cancho de Almola, así como de la Sierra del Oreganal al frente con los Riscos, un precioso torcal conformado por un laberinto pétreo de rocas calizas modeladas durante miles de años por los agentes atmosféricos.