- Según un estudio sociológico de GAD3 para Servimedia dentro del proyecto #VacúnaTE
- La mayoría desconfía de que el pasaporte covid tenga “beneficios” para frenar la pandemia
Recibir la vacuna contra la pandemia de covid-19 no debe ser obligatorio salvo que empeore su evolución y “la situación sanitaria en algún momento lo requiriera”, según han manifestado en un estudio realizado por GAD3 para Servimedia personas que ya han recibido la pauta completa.
Es una de las conclusiones del trabajo ‘Vacunación contra la covid-19 en personas con discapacidad’, realizado dentro del proyecto #VacúnaTE que han desarrollado esta agencia de noticias y Maldita.es con el apoyo de Google News Initiative contra la desinformación sobre las vacunas.
Todos los participantes en el estudio son personas con discapacidad que afirman estar vacunadas con la pauta completa, algunos incluso con la tercera dosis y, en general, se muestran “confiados y satisfechos de estar protegidos”, y no emergen grandes dudas o cuestionamientos.
Aunque la opinión general es que vacunarse es “una cuestión personal de responsabilidad cívica”, ven posible “hacer la vacunación obligatoria si surgen actitudes poco responsables y así se logra proteger a toda la sociedad”.
En concreto, cuando se les pregunta si la vacunación debería ser obligatoria argumentan que en un país como España, donde la aceptación de la vacuna contra la covid-19 ha sido alta y los ciudadanos han mostrado responsabilidad, en términos generales, prefieren que no sea un mandato.
No obstante, en una situación tan singular por la pandemia, la mayoría se muestra a favor de imponer la obligatoriedad de la vacuna si no se llega a alcanzar las cifras de vacunación necesarias para lograr la inmunidad de grupo. Más allá de esto, en general, creen que lo ideal es seguir haciendo pedagogía y aportar datos científicos a la población, para no tener que llegar a obligar a los ciudadanos a vacunarse.
Este estudio de GAD3 se basa en las opiniones de personas con discapacidad que han participado en dos ‘focus group’ para analizar la percepción que tienen las personas con discapacidad sobre las vacunas y cómo se informan de este tema. Se ha llevado a cabo una metodología cualitativa ‘online’ con dinámicas de grupo.
El estudio subraya que “se ha encontrado un ‘target’ con una opinión contundentemente favorable a las vacunas”, pues manifiestan gran confianza en la ciencia y los profesionales científicos; todos tienen puestas otras vacunas contra otras enfermedades; se vacunan en campañas estacionales cuando se lo recomienda su médico y se sienten agradecidos de poder acceder a este tipo de productos sanitarios, que garantizan la salud y favorecen la esperanza de vida en nuestra sociedad.
“Tenemos un montón de vacunas: gripe, varicela, polio… Y van desapareciendo estas enfermedades. Es importante tener en cuenta que históricamente las vacunas han funcionado. La ciencia nos ha demostrado que tenemos que confiar en ellas, pero son los científicos quienes lo tienen que valorar”, asegura uno de los participantes.
ARGUMENTOS A FAVOR
En relación con la vacuna contra la covid-19, creen que hay que confiar en los expertos y lo justifican en que la vacuna se ha experimentado en una gran cantidad de personas. Además, argumentan que se han invertido muchos recursos en ella, incluso más que en muchas otras vacunas que se han puesto sin cuestionarse su eficacia o fiabilidad y que los efectos secundarios son leves y poco frecuentes.
“Es como cuando vas al taller con el coche, confías en el mecánico. Nos tenemos que poner en manos de los expertos”, indicó otra persona que participó en el estudio.
El documento de GAD3 también refleja que las vacunas en general se asocian a importantes ventajas y la de la covid-19 en particular está ligada a beneficios muy relevantes, tanto a nivel individual como social. Entre otras, las personas que han participado en la investigación aseguran que las vacunas reducen el riesgo de contagio y la mortalidad y que, en caso de contagio, la enfermedad cursa con síntomas más leves.
También, que con ellas se reduce la presión hospitalaria y, por tanto, hay más capacidad para atender otras patologías y que la probabilidad de que el virus mute y surjan nuevas cepas es menor en personas vacunadas.
Quienes han mostrado su opinión en dos dinámicas de grupo reflejan asimismo una valoración muy positiva de la estrategia de vacunación. Consideran que se ha desarrollado con rapidez y agilidad, se ha dado a los ciudadanos gran flexibilidad a la hora de vacunarse y que la organización por grupos de riesgo es acertada.
No obstante, también emergen algunas críticas puntuales: falta de personal, en algunos lugares y momentos hubo mucha espera y aglomeración, poca disponibilidad de vacunas…
Estas opiniones van en línea con las vertidas en el segundo barómetro sobre la vacunación de las personas con discapacidad realizado por Servimedia e Inserta Empleo de Fundación ONCE y conocido el pasado mes de diciembre durante el último programa #VacúnaTE.
Entre los 400 comentarios recabados entonces (de una muestra de más de 1.300 personas con discapacidad) reflejaron que las personas con discapacidad “están muy a favor de la vacunación”, pues ofrece “más ventajas que efectos adversos” y es algo “bueno para su salud y la de los demás”.
PASAPORTE COVID
Respecto al ‘pasaporte covid’, las personas consultadas muestran división de opiniones, pero en general “no creen que vaya a ser un elemento que llegue a tener un gran impacto y beneficio en el desarrollo de la pandemia”.
El documento distingue varias posturas ante ese pasaporte: los escépticos, que no creen que la implantación del pasaporte covid vaya a suponer beneficios en el desarrollo de la pandemia y piensan que hay mucha picaresca en torno a él; los favorables, que lo ven como incentivo de la vacunación; y los contrarios, porque creen que va en contra de la libertad individual y se muestran críticos ante esta medida.
(SERVIMEDIA)
