Más de 100 activistas bloquean la entrada de Repsol en Móstoles

Más de 100 activistas de Rebelión por el Clima, plataforma de la que forman parte Amigos de la Tierra, Ecologistas en Acción y Greenpeace, entre otras entidades, bloquearon este lunes el acceso al Repsol Technology Lab, centro tecnológico de investigación de Repsol en Móstoles (Madrid), para denunciar la responsabilidad de la empresa en la crisis climática y solicitar el cese de sus actividades fósiles cuanto antes y no más tarde de 2040.

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Las organizaciones eligieron esta ubicación para la acción porque en este tipo de centros y desde los departamentos de innovación es donde se gestan nuevas tecnologías «controvertidas» que están ligadas a los combustibles fósiles.

Durante esta acción, iniciada a las 11.00 horas y desarrollada de forma pacífica bajo el lema ‘Repsol, liderando maneras de freír el planeta’, los activistas accedieron al techo de la garita de la entrada de la sede y tres trípodes con tubos metálicos de casi cinco metros de altura y colocados frente a la entrada. Además, un cordón humano de decenas de personas se desplegó por toda la zona.

Con esta acción de desobediencia civil y a través de diferentes pancartas, las organizaciones de Rebelón por el Clima apelaron al papel que desempeña Repsol como “empresa líder en emisiones de gases de efecto invernadero en España, en el desarrollo de falsas soluciones para paliar la crisis climática, en el extractivismo de recursos en países del Sur Global y en acaparamiento de fondos públicos y lobby fósil”.

En 2020, tras el cierre de algunas de las centrales de carbón que operaban en España, Repsol pasó a ser la empresa española que más gases de efecto invernadero emite y, por tanto, la que más contribuye al calentamiento global.

Según datos del Observatorio de Sostenibilidad, Repsol emitió en 2020 un total de 11.290.294 de toneladas de CO2 equivalente, lo que representa un 12,4 % de las emisiones totales del mercado de emisiones.

Rebelión por el Clima denunció que “Repsol intenta ocultar estos datos y engañar a la ciudadanía mediante el impulso de falsas soluciones frente a la emergencia climática”, gracias no sólo a “campañas publicitarias de lavado verde (‘greenwashing’), sino también al desarrollo de nuevas tecnologías controvertidas como el hidrógeno fósil, la captura de carbono, los combustibles sintéticos, los biocombustibles o insostenibles proyectos de hidrógeno verde”.

“Estas medidas no están encaminadas a paliar el aumento de la temperatura global, sino a seguir perpetuando un modelo energético depredador y tóxico para las personas y el planeta“, sostuvieron desde Rebelión por el Clima.

Además, acusaron a Repsol de ser “líder en extractivismo”, al tener una fuerte presencia en países de América Latina y África, donde fomenta “el expolio y el extractivismo de recursos energéticos -como el carbón o el petróleo- a costa de graves impactos ambientales, la violación de derechos humanos y el desplazamiento de las poblaciones locales”.

Y añadieron que Repsol es “líder en mangoneo” porque intenta “absorber” parte los fondos europeos para la recuperación económica tras la crisis del coronavirus “sin ningún tipo de compromiso climático, ambiental o social”, pues, según aseguraron, aspira a movilizar 5.959 millones de euros de dinero público para una cartera de 30 proyectos energéticos, entre los cuales destacan sectores como el hidrógeno y el gas en regiones como Bilbao, A Coruña y Puertollano

Por ello, Rebelón por el Clima pidió a Repsol un plan de cierre de todas sus actividades fósiles, la paralización de las líneas de investigación destinadas a la hibridación con los combustibles fósiles, el cierre inmediato de todos los proyectos en los que existan sospechas de violaciones de derechos humanos y el cese del envío de ”mensajes ambientales engañosos de lavado verde” y la retirada de su solicitud de fondos públicos.

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