Según los datos que manejan, además, 16 de cada 100 jóvenes en riesgo de exclusión han repetido un mínimo de cinco cursos a los 16 años y cuatro de cada 10 jóvenes en riesgo de exclusión social han cambiado de centro por lo menos dos veces. Sólo 2 de cada 10 alumnos en riesgo de exclusión recibe algún tipo de beca, ya sea pública o privada.
Durante el acto, portavoces de la red, Carlos Rosón y Lidia González, comentaron que “la situación de exclusión influye directamente en el fracaso escolar que determina altas tasas desocupación y trabajo precario “.
“Justo ahora, que se está trabajando en definir y repensar el currículo educativo es el momento de tener en cuenta que algunos niños y niñas llegan a la escuela con una pesada mochila. En nuestras manos está convertir la escuela en una herramienta para acabar con las desigualdades”, añadieron.
Jóvenes e Inclusión también apunta en su informe a que con 16 años un 94% del alumnado en riesgo de exclusión no tiene el graduado escolar, “el 80% de los niños y niñas que están hoy en riesgo de exclusión continuarán en esa situación cuando sean adultos. Una persona en situación de riesgo de exclusión necesitaría cuatro generaciones para salir de ella”.