El ánimo de las cartas para pacientes ingresados con COVID

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Desde el inicio de la pandemia, los pacientes ingresados con coronavirus en el Hospital Regional Universitario de Málaga tienen una voz más que les da ánimo para ganar la batalla, a veces les saca una sonrisa y otras una lágrima, pero, sobre todo, les da compañía. Y no es solo una, son más de 3.000 voces las que han llegado a la planta COVID del hospital en forma de cartas anónimas. Ahora, piden que lleguen más para seguir dando ese aliento a todos los ingresados.

Esta idea llega al Hospital Regional de la mano de los compañeros de Madrid, y Belén Navarrete, enfermera del servicio de Enfermedades Infecciosas del centro hospitalario, la pone en marcha al ver a sus pacientes «muy solos, desorientados y con mucho miedo», explica en un vídeo para seguir impulsando esta iniciativa.

Así, comenzaron a llegar cartas de personas anónimas que han sacado un rato de su tiempo para dedicárselo a otra. En ellas, explica Navarrete, algunos cuentan sus problemas personales y reconoce que «es muy bonito» ver como aún así, consiguen animar a otros. Además, les han llegado chistes e incluso crucigramas para que los pacientes se entretengan.

Durante la primera ola las cartas no cesaban y en dos meses llegaron a recibir más de 3.000. Luego, «hubo un parón», y esta enfermera volvió a hacer un llamamiento de cara a la Navidad, obteniendo como respuesta «algunos ‘christmas'».

Ahora, en esta tercera ola, «nos esta costando mucho más trabajo, recibimos muy pocas cartas y tenemos muchos más pacientes», por lo que ha pedido a los malagueños, «tanto niños como adultos», que puedan seguir mandando estas cartas con las que, afirma, «hacen un bien inmenso».

La enfermera intenta explicar la emoción que viven los pacientes cuando reciben una de esas cartas: «Con unas palabras de cariño, le dan compañía, le transmiten ternura». «Te estamos esperando, ánimo, esto también pasará. No estás solo porque aquí fuera estamos esperando. Te espera la gente que te quiere», reza una de las cartas recibidas.

Al ver la respuesta de sus pacientes al escuchar esas palabras, Navarrete no puede evitar pedir que no se pierda esta iniciativa, que «está sacando lo mejor de la sociedad». «Necesitamos más cartas para, entre todos los compañeros , repartírselas a los pacientes», concluye su mensaje.

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