La verdadera ciencia de la vida, está en reconocer y
aprovechar al máximo el día de hoy, olvidando ciertos
momentos del pasado, y dejando en paz el futuro, pues
de todos es sabido, que se presenta un tanto incierto.
La vida en realidad, tan solo consta de un día el de
hoy. La noche es otra cuestión, pues cuando
nos entregamos en los brazos del sueño, estamos
ausentes por unas horas, resucitando más tarde al
llegar la mañana…
Si podemos lograr del pasado una buena lección,
debemos hacerlo, de no ser así, es mejor dejarlo
tranquilo inmerso en el olvido..
De las pocas cosas podemos sentirnos
dueños es del día de hoy, debemos vivirlo como si
fuera el último, ya que un día, no deja de ser una
vida en miniatura.
Disponer de libertad, es significativo de poder salir
a buscar aquello que necesitamos, en lugar de
esperar que otros nos den permiso para hacerlo.
Si las semillas sembradas en tierra negra, pueden
convertirse en bellas rosas, ¿ Qué no puede hacer
el corazón en su caminar hacia las estrellas?
