Técnicas de soporte vital básico y actividades preventivas en salud podrán conocerse en las playas malagueñas

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La concejala de Playas, Teresa Porras, y la concejala de Participación Ciudadana, Ruth Sarabia, junto con la presidenta de Expaumi, Asociación de Expacientes de Medicina Intensiva del Hospital Universitario Virgen de la Victoria, Paloma Rosado; y la médica intensivista, María Victoria de la Torre, han presentado las XVII Jornadas de Divulgación en Playas Malagueñas sobre Soporte Vital Básico ‘Uso de DEA (Desfibrilador Externos Automáticos) y actividades preventivas en salud’

El objetivo de este proyecto es establecer una línea de actuación en dos escenarios de las playas de Málaga en época estival, en los que se trasladará a los ciudadanos las causas más frecuentes de emergencia, las formas de prevenirlas, así como los conocimientos necesarios para actuar en los primeros eslabones de la cadena de supervivencia.

La primera de las acciones de estas jornadas se desarrollará este próximo domingo 7 de julio, a las 12.00 horas, en la playa de El Dedo –junto al restaurante El Tintero–; la segunda tendrá lugar el domingo 21 de julio, a las 12.00 horas, en la playa de la Misericordia –junto a la chimenea–.

En concreto, según han precisado en rueda de prensa, se han elegido estas ubicaciones porque en verano es frecuente la concentración de niños, jóvenes y adultos en zonas del litoral malagueño y con ello la posibilidad para trasladar a diferentes grupos poblacionales la información necesaria para que aprendan a mantener la cadena de la vida en situaciones tales como ahogamientos o semiahogamientos, golpes de calor, ataques del corazón, intoxicaciones en fiestas juveniles o accidentes de moto.

La cadena de supervivencia consta de cuatro escalones: alerta precoz, aplicación precoz de técnicas de soporte vital básico, desfibrilación precoz y soporte vital avanzado precoz.

Así, la realización de simulacros de situaciones de emergencia en escenarios de playa que incluya actuaciones en los tres primeros eslabones de la cadena de la vida y la forma de prevenirlas, incidiendo con mensajes concretos como ‘Salvar vidas es fácil’, ‘Si nadas respeta dos horas al menos de digestión’, ‘Cuida tu corazón desde joven’, ‘Siempre el casco para montar en moto’ y ‘diversión sana sin consumir pastillas.

Las situaciones que suponen un riesgo vital inmediato son un hecho muy frecuente. Las enfermedades cardiovasculares y los traumatismos de tráfico constituyen en España dos de las tres primeras causas de mortalidad. Además, durante el verano es frecuente la atención por parte de los servicios de emergencias a personas que han sufrido accidentes relacionados con baños en el mar o piscinas.

MÁLAGA, CAPITAL CARDIOPROTEGIDA

La disponibilidad en las ciudades de Desfibriladores Externos Automáticos (DEA), como es el caso del proyecto ‘Málaga capital Cardioprotegida o Cardiosegurada’ con cerca de 500 DEA disponibles para los profesionales de seguridad ciudadana (policía local y bomberos) y en espacios con afluencia importante de público supone el reto de poder aplicar el DEA a la persona que ha sufrido una parada cardiaca súbita (PCS), pudiendo rescatarla hacia la vida antes de que lleguen los servicios de Emergencia o 061.

LA MAGNITUD DEL PROBLEMA

Las enfermedades cardiovasculares y los traumatismos en accidentes de tráfico constituyen en nuestro país dos de las tres primeras causas de mortalidad. Sin embargo, durante la época estival es frecuente la atención por parte de los Servicios de Emergencias el atender a personas que han sufrido accidentes relacionados con baños en el mar o en piscinas.

Por otro lado, en relación a una de las causas de muerte más frecuente como es la enfermedad cardiovascular, cada año en Málaga (capital y provincia) ingresan en los hospitales alrededor de 3.500 personas con 200 fallecimientos (seis por ciento) mientras 1.500 realizan parada cardiaca antes de ingresar.

En España fallecen alrededor de 100 personas cada día por un paro cardíaco súbito. Cuando sucede fuera del Hospital sólo una de cada cinco víctimas recibe resucitación cardiopulmonar, una intervención que de realizarse a tiempo y sin esperar al personal especializado puede lograr que la persona además de sobrevivir lo haga sin secuelas.

La trascendencia de la atención inicial a este tipo de víctimas se pone de manifiesto al considerar que del 50 al 60% de las muertes tiene lugar en el medio prehospitalario y que una atención adecuada en ese periodo puede evitar un 35% de los fallecimientos y un 18% de las lesiones. La precocidad en la actuación inicial es el factor más importante relacionado con la expectativa de supervivencia.

POBLACIÓN DIANA

La formación en RCP es posible desde los once años y durante el periodo de edad comprendido entre los 14 a los 18 años es la idónea, sin embargo, cualquier ciudadano capacitado para recibir y aplicar estos conocimientos es candidato a participar en estos cursos.

El esfuerzo de difusión habría que centrarlo inicialmente en familiares de pacientes con enfermedades crónicas (enfermedad cardiovascular, respiratoria o neurológica, que suponga agudización de las mismas con riesgo vital inminente) o hábitos tóxicos (alcohol y otras drogas de abuso).

Teniendo en cuenta las principales causas de riesgo vital para los jóvenes, que son los accidentes e intoxicaciones por drogas, y para los adultos los ataques del corazón como el infarto agudo de miocardio, se considera que, junto a los contenidos de Reanimación Cardio Pulmonar Básica (RCPB), se deben añadir conocimientos de prevención y de intervención en las situaciones citadas.

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