El Tribunal Militar Territorial Segundo de Sevilla ha condenado a tres cabos del Tercio Duque de Alba II de La Legión de Ceuta como autores de un delito consumado de embarcar en buque de guerra drogas tóxicas, estupefacientes o sustancias psicotrópicas, en concreto hachís, con agravante de «notoria importancia» (se intervinieron 320,03 kilogramos) a la pena de tres años y once meses de prisión y al pago de una multa de 522.089 euros, cantidad equivalente al valor total estimado de la droga intervenida.
Además, los tres encausados perderán su empleo y serán suspendidos para el ejercicio de cargos públicos e inhabilitados para el derecho de sufragio pasivo durante el tiempo de condena, según la sentencia que ha adelantado este viernes el diario ‘El Faro de Ceuta’ y a cuyo contenido ha tenido acceso Europa Press.
Los hechos tuvieron lugar el 15 de octubre de 2015, cuando la Guardia Civil intervino en el Campo de Tiro y Maniobras ‘Álvarez de Sotomayor’ de Viator (Almería) en vehículos militares del Tercio Duque de Alba II de La Legión de Ceuta un total de 310 kilogramos de hachís. Tres de los seis militares encausados han sido absueltos al no apreciar el Tribunal pruebas de cargo suficientes para condenarles.
El relato de hechos probados de la sentencia refiere que los condenados lograron meter en los vehículos militares que iban a ser embarcados hacia Almería un total de «un petate, cinco mochilas ‘Altus’ y una de combate cargadas de hachís» que lograron superar «las revistas cinológicas oportunas, tanto en la Unidad por los equipos adiestrados de detección de drogas de la Policía Militar como en el Puerto de Ceuta y en el de Almería por los de la Guardia Civil».
Al llegar al Campo de Tiro y comenzar la descarga del material transportado un teniente advirtió que un petate no debería ir en el vehículo y «ante la extrañeza del hallazgo» procedió a abrirlo, localizando en su interior «numerosos paquetes envasados al vacío dentro de una bolsa negra de basura y tapados con un trozo de sábana blanca impregnada en colonia». Su localización dio pie a una revisión a fondo del resto de vehículos y mochilas «sospechosas».
Para la individualización de las penas contempladas en el Código Penal Militar el Tribunal ha tenido en cuenta «la gravedad de los hechos perpetrados, no solo por la cantidad de droga transportada sino por el modo en que este transporte se llevó a cabo, mediante el uso de vehículos militares, en el sen de unos ejercicios de esta índole, con una gravísima afectación al servicio y a la moral de todos los miembros de la Unidad».
Considera que se trató, por tanto, de «una conducta totalmente reprochable en el seno de la institución a la que todos los condenados pertenecen».