“Un viaje de muchos kilómetros, debe comenzar por un
solo paso”. Lao-Tsé, sentó las bases del kaizen, una
filosofía práctica, que está ganando cada día más adeptos.
Parte de una premisa muy sencilla: los grandes cambios
personales, dependen de iniciativas pequeñas, a veces
incluso ínfimas. Se trate de dejar de fumar, de mejorar
la relación de pareja, o perder el miedo… el se sustenta
en un hecho cientificamente probado: los pequeños pasos
eliminan la resistencia del cerebro a asumir un nuevo
comportamiento.El término procede de dos vocablos
nipones: kai que significa cambio, y zen que nos remite
a la filosofía del mismo nombre. Su origen se remonta
a más de quinientos años, se hizo popular en el japón
de la posgerra, alcanzando la excelencia y logrando
competir con las potencias occidentales. Por el kaizen
se rige el sistema de producción de Toyota, donde
cualquier empleado, puede detener la cadena de
fabricación, si detecta una anomalía, y la empresa
recompensa cualquier sugerencia de sus trabajadores.
¿Cómo podemos aplicar esta filosofía a nuestra vida
cotidiana? Analizando los detalles que pueden mejorarse,
corrigiendo los errores, y adquiriendo hábitos que a la
larga, producirán un gran cambio personal.
