Por Silvia Barquero –
Esta pasada semana he tenido la oportunidad de visitar Málaga. Acudí en primer lugar para apoyar, junto a nuestro equipo provincial, la manifestación celebrada el sábado día 4 de agosto, que consiguió congregar a más de mil quinientas personas que clamamos con una sola voz por una feria sin sangre, en la que las corridas de toros no deberían tener cabida.
Un ejemplo de unidad logrado gracias a la colaboración de cuatro organizaciones malagueñas: Resistencia Animal Málaga, la Plataforma TIDUS, Gladiadores por la Paz y la Protectora de Animales de Málaga, que pude visitar de la mano de Carmen Manzano. Carmen es una luchadora incansable y un ejemplo a seguir. Su protectora se ha convertido en un modelo de gestión, eficiencia y de futuro prometedor para los animales abandonados de la provincia.
Allí pude comprobar que todavía queda mucho que concienciar sobre la tenencia responsable, la necesidad de adoptar en lugar de comprar e incluso esterilizar para evitar camadas indeseadas. Y pese a todo, pude conocer a algunos de los 500 voluntarios que se organizan en grupos de trabajo como el que atiende a los animales ancianos, a los gatos, los que les sacan a pasear, las casas de acogida o los que gestionan la adopción de animales, que consiguen encontrar una nueva familia para más de mil trescientos perros y gatos cada año. Mil trescientas vidas salvadas ¡Qué gran trabajo!
Tuve la oportunidad de conocer la historia de muchos animales, pero la que más me impactó y cuya imagen me acompaña es la de Phantom, un podenco al que un cazador disparó a bocajarro en el hocicodestrozándoselo irremediablemente.
Hoy Phantom, al que se ha intervenido quirúrgicamente para reconstruir el paladar, es feliz y ya cuenta con una familia de adopción. Pese a todo, en Málaga hay futuro para los animales.
Soy consciente del creciente apoyo de los malagueños y malagueñas a las diferentes iniciativas en favor de los animales. No en vano, Málaga es la quinta ciudad a nivel estatal donde más votos recibe el Partido Animalista, donde casi 12.000 personas apoyaron a PACMA en las urnas. Y acompañada de un centenar de personas, presenté mi libro, “Animales, la revolución Pendiente” en la FNAC de Málaga, donde pude charlar sobre esta revolución en favor de los animales, en pro de los derechos que merecen tanto los animales que todavía padecen obligados a participar en espectáculos circenses, en corridas de toros, que son víctimas de la caza o que viven un infierno tras los muros de las granjas industriales.
Me siento afortunada de haber conocido a tantísima gente involucrada en Málaga. No me cabe la menor duda: La defensa de los derechos de los animales está ganando terreno en Andalucía, y Málaga está pisando fuerte. ¡Adelante!