“El marketing digital es en la actualidad una alternativa muy rentable para muchas compañías que operan a nivel nacional e internacional. Las posibilidades de segmentación, control y ejecución de las campañas que ofrecen las distintas estrategias de marketing digital simplifican en gran medida la labor de las agencias de publicidad que deben llevar a cabo este trabajo. También reducen la inversión en comparación a lo que supondría distribuir catálogos en, pongamos por caso, 15 países distintos”, explica Nacho.
“Pero eso no significa que el marketing impreso deje completamente de tener protagonismo”, continúa. “Para PYMEs que operan a nivel local y provincial sigue siendo la mejor de las opciones”.
“Nuestra experiencia de estos comercios con el marketing digital, cuyos potenciales clientes son las personas que se ven atraídas por el escaparate o el boca a boca, ha demostrado que ni una campaña de anuncios en Facebook, ni una campaña de pago por clic en Google Adwords, ni siquiera las Redes Sociales, ofrecen un ROI superior a una campaña de distribución de marketing impreso”, afirma Nacho.
La clave en torno a esta cuestión, a raíz de estas conclusiones, no está en si el marketing digital ha vencido o no al marketing impreso, sino en qué situación es mejor alternativa uno u otro. Estudiar detenidamente la situación actual de cada negocio, de dónde provienen sus clientes y cuál es la mejor manera de captarlos es vital antes de plantear qué estrategia de marketing se debería utilizar.
“En Tus Ideas solemos tener varias reuniones con cada cliente antes de tomar una decisión en torno a de qué manera sería mejor enfocar la publicidad de su negocio. Si su público objetivo está segmentado a lo largo de un extenso territorio, ya sea nacional o internacional, el marketing digital ofrece una segmentación por intereses, rango de edad y sexo que nos permite dirigirnos de manera mucho más eficiente a las personas clave”, comenta.
Puede que en la actualidad el marketing digital mueva más dinero que el marketing impreso, pero eso no significa que éste último haya dejado de ser rentable para determinados negocios. Al menos, por ahora.
